10 nov 2011

La FE


Ya agotada, habiendo realizado todo con sus propias fuerzas, habiendo quedado sola, desamparada y desahuciada, alguien le cuenta de Jesús.
Cuando ella se abre paso desesperadamente entre la multitud, con su cuerpo débil y enfermo, tenía una meta.
Esta meta era llegar a Jesús, ella cuando tocó el borde del manto de Jesús, estaba reconociendo la autoridad del Mesías como único Dios, estaba reconociendo todas las leyes sobre Él, estaba reconociendo su poder.
Esta mujer estaba reconociendo la deidad de Jesús, estaba dejando a un lado su temor, su menosprecio, su propia naturaleza y se estaba poniendo bajo las alas de el único que tenía el poder para salvarla de esta horrible enfermedad.
Entonces su fe se activó, todo su ser cuerpo, alma y espíritu se volcaron a creer en Jesús y fue ahí cuando recibió su milagro.
Y luego restauró su alma y su físico: “Tu fe te ha salvado”.
Fue entonces que ella se dio cuenta que su hemorragia se había secado.
muchos de los que estaba ahí tocaron su manto, ya sea por el roce, por acariciarlo, por curiosos, pero en ese momento sólo esta mujer activó el poder de Jesús al creer que Él era su Salvador y su Sanador. 


El Espíritu Santo está deseoso de llevarnos a tocar el borde del manto espiritual de Jesús, sabes cuál es: La Palabra de Dios, leerla, vivirla, ponerla por obra, aceptar a Jesús en tu corazón, creer por sobre todas las cosas, vivir una vida rendida a Él.


No es el manto el que tiene el poder, sino estaríamos haciendo una doctrina sobre el manto; por el contrario es captar lo que Dios nos está enseñando a través del manto de Jesús.
Es saber que cuando estoy poniendo mi vida bajo la Trinidad Divina, cuando soy obediente a su Palabra, cuando me muevo en fe en Cristo Jesús, cuando trabajo en equipo con el Espíritu Santo, ahí algo está sucediendo, igual como esta mujer que tocó el borde del manto de Jesús.


La Fe es descansar en las manos de Dios, creer en su palabra y su poder el es el único el único que puede sanarnos, el que nos levanta cuando estamos caído, es tener la seguridad de que estando con Dios todo esta bajo control, aunque el cielo oscuro de la vida anuncie tempestades... EL SIEMPRE ESTARÁ CON NOSOTROS SI LO BUSCAMOS.

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